El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó enérgicamente este jueves cualquier intento de vincular al país con el conflicto geopolítico entre China y Estados Unidos, en medio de la controversia por la instalación de torres y antenas de comunicación en zonas estratégicas del territorio nacional.
“Panamá no es parte de ese conflicto bilateral. Ya está bueno. Que peleen su problema en Washington o en Beijing, pero no en el patio panameño”, expresó Mulino durante su conferencia semanal.
Mulino: Panamá no es patio de Washington ni de Beijing, advierte Mulino
El mandatario también pidió a la Embajada de los Estados Unidos en Panamá abstenerse de emitir pronunciamientos públicos sobre decisiones soberanas del gobierno panameño.
“Le solicito a la Embajada de los Estados Unidos que se abstenga de hacer pronunciamientos públicos respecto a decisiones que solo toma el gobierno panameño. Panamá tiene su propio gobierno, su propio territorio y no vamos a ser atraídos a un problema internacional de tal magnitud”, dijo. “Le solicito a la Embajada de los Estados Unidos que se abstenga de hacer pronunciamientos públicos respecto a decisiones que solo toma el gobierno panameño. Panamá tiene su propio gobierno, su propio territorio y no vamos a ser atraídos a un problema internacional de tal magnitud”, dijo.
Instalaciones de antenas
La controversia se originó tras un comunicado de la embajada estadounidense que alertaba sobre posibles riesgos de seguridad en un proyecto de telecomunicaciones que se desarrolla en el Darién y el este de Panamá.
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Mulino: "Panamá no es patio de Washington ni de Beijing"
Revisará personalmente las antenas
“Ese es un comunicado unilateral de la Embajada de los Estados Unidos, que no tiene por qué opinar sobre decisiones que nos atañen como gobierno nacional”.
Ministro de Seguridad aclara el origen del proyecto
Por su parte, el ministro de Seguridad, Frank Ábrego, explicó que el proyecto de antenas y microondas comenzó en 2017, ejecutado por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) con recursos propios del país y mediante la empresa Contel.
Ábrego detalló que en 2019, Estados Unidos ofreció financiar el proyecto con 8 millones de dólares, alegando preocupaciones de seguridad sobre la infraestructura inicialmente planteada.
“Estados Unidos objetó el proyecto alegando que sus equipos podían estar en riesgo si la red no cumplía con sus estándares de seguridad militar”, indicó el ministro.